¿Habéis pensado alguna vez en la frase "No puedo vivir sin él o ella"?
En ocasiones esa frase, y otras más, puede esconder lo que conocemos como dependencia emocional.
La dependencia emocional ha sido definida de muchas formas, pero en mi opinión, es un trastorno de la personalidad basado en el apego ansioso, posesivo y autodestructivo. Se relaciona con las emociones y la capacidad y calidad para establecer vínculos o relaciones afectivas con otras personas.
El dependiente emocional es una persona con baja autoestima, que tiene miedo a la soledad y una necesidad imperiosa de estar en pareja. Constantemente necesita la aprobación de los demás y no sabe decir "NO".
Estas personas anteponen los deseos de los demás a los propios y normalmente escogen a parejas poco apropiadas por ser egoístas, egocéntricas y narcisistas, lo que le hace incapaces de sentir amor de verdad.
Quien padece este trastorno es incapaz de tener una relación de pareja sana, que le enriquezca, pues su deseo de sentirse amado le dificulta la posibilidad de ser una persona independiente y autosuficiente, y eso junto con la necesidad constante del otro y el miedo a perderlo y a la soledad contaminan la relación.
Así, en grandes ocasiones el dependiente emocional pasa por rupturas traumáticas y dolorosas y se ve incapaz de afrontar que la vida sigue.
Creo que la dependencia emocional es algo dañino sobre lo que todos deberíamos pensar para evitar caer en ella o para superarla. Y sin duda alguna lo mejor que podemos hacer es QUERERNOS MUCHO A NOSOTROS MISMOS
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